Caminando al Everest Base Camp y al Cerro Kala Pattar
TREKKING EN NEPAL
16 días de caminata por la cordillera Himalaya. 7 horas diarias en promedio. Cruce de pequeños poblados, templos y monasterios. Temperaturas de menos 20 grados centígrados. Nieve, frío y cielos azules. En la base de la cima del mundo. Todo un reto.
8.848 metros de altura tiene la cima más alta del planeta. Para llegar a ella se necesitan cerca de 120 mil dólares y más de un año de preparación. Para quienes soñamos con estar cerca del Everest, el campamento base es el lugar que nos permite admirar su belleza y grandeza.
Katmandú es la capital de Nepal y es el centro ideal para iniciar a planear este recorrido. Existen tiendas especializadas en montaña que ofrecen todo el equipo necesario para ascender a los 5.350 metros del campamento base y a los 5.550 metros del Cerro Kala Pattar (CKP), lugar que ofrece una vista ideal del Monte Everest.
Existen tres puntos para iniciar la caminata. El primero y más popular es volar desde la capital a Lukla, un pueblo de montaña que ostenta el aeropuerto más peligroso del mundo. El segundo es la población de Jiri a la que se llega por bus y requiere seis días extras de caminata y el tercero es Sillary al cual se accede solo por Jeep y requiere tres días de más.
Para llegar al EBC (Everest Base Camp) no existen carreteras. Todos los suministros, alimentos y mercancías se deben subir a lomo de burro, mula o Yak, vacas peludas de las altas montañas. Esta es la tierra de los sherpas, hombres que en sus espaldas pueden subir hasta 50 kilos de mercancías y suministros por las montañas y que acompañan las expediciones a la cima del mundo.
Templos en el camino al campamento base.
Vida en las alturas
Los mejores meses para iniciar la caminata al EBC y al CKP van desde marzo a mayo y de septiembre a noviembre. Los meses de invierno son de frío extremo y en el verano las lluvias hacen que el terreno sea inestable y peligroso.
Las temperaturas oscilan entre los 10 y menos 10 grados centígrados en el día y en la noche entre los cero y los menos 25. En el Himalaya la temperatura cambia drásticamente cada día y cada semana, por lo que se debe planear muy bien los días de las caminatas.
Durante el recorrido se deben cruzar más de 20 puentes colgantes. El más destacado y famoso es el Edmund Hillary que se encuentra justo antes de llegar al poblado de Namche Bazar. Este puente aparece en la última película EVEREST y tiene 100 metros de caída.
A lo largo del camino existen posadas y albergues que ofrecen comida y servicios básicos a los visitantes. En algunos de ellos hay internet con un cobro extra. Nada lujoso, solo una cama, mantas y una lámpara solar, ya que en esta región no existe alumbrado o redes eléctricas. No hay agua corriente, el agua se congela, los baños tienen hielo, toda tiene un costo extra.
Tundra, arena, hielo y cielos azules en el campamento base.
Paisaje de otro planeta
No es necesario contratar guías o cargadores para llegar al EBC o al CKP. Solo es necesario pagar el impuesto de caminatas de Nepal y la entrada al parque. El camino está bien marcado y es muy difícil perderse. Siempre es necesario ir preguntando para estar seguros de seguir la ruta correcta.
Entre los 1.800 y los 3.800 metros existe un ambiente de bosque fresco. Después de alcanzar los 4 mil metros el paisaje cambia drásticamente. No hay vegetación, solo arena, piedra y tundra. Los valles se abren y los glaciares resplandecen.
Esta es la tierra de los picos de 8 mil metros. Es la tierra de personas de rostros colorados, de cortas palabras y de pocas sonrisas. Es la tierra de la sobrevivencia, donde todo cuenta, donde todo vale, donde todo se convierte en un tesoro. Nada se desperdicia y nada se ostenta.
Los sherpas, yaks, templos y mantras budistas complementan esta hermosa “escenografía”. El silencio retumba, el viento quema y la nieve arrecia. Es la inmensidad, la calma y la fuerza de la naturaleza. Es la tierra viva, hermosa, peligrosa y siniestra.
Llegada al campamento base del Monte Everest – Marzo 2017.
Sobre los 5 mil metros
Esta es la parte más difícil del camino. Allí el oxígeno escasea y el ritmo del corazón se acelera. Pasos pequeños, respirar profundo, descansar, repetir. No acelerar el paso, beber mucha agua, comer algo y disfrutar el ambiente.
El camino se llena de nieve. Piedras sueltas, mucho cuidado, estar siempre alertas. El paisaje de piedra, arena y hielo se contrasta con el azul del cielo. A lo lejos el Everest: majestuoso, milenario, gigante e imponente.
Por fin llegar a la meta. Al campamento base. Al lugar que ve nacer las ilusiones de quienes tienen la fortuna, la suerte y la valentía de subir a la cima del mundo. El lugar que nos permite disfrutar de esta mágica montaña.
Otro día. 4:30 de la mañana. El último esfuerzo para ascender a los 5.550 metros del cerro Kala Pattar. Menos 25 grados centígrados que penetran los huesos. Una vista de privilegio. El sol comienza su ascenso e ilumina las crestas de los cerros. Tanta belleza. Así termina el ascenso.
Al Kala Pattar. 4:30 de la mañana a menos 25 grados centígrados.
La Ruta
- Lukla – 2.843 m.s.n.m. (Aeropuerto más peligroso del mundo)
• Phakdin – 2.610 m.s.n.m.
• Namche Bazar – 3.440 msnm (Día extra de aclimatización con caminata a Everest View Point)
• Tengboche – 3.860 m.s.n.m.
• Dengboche – 4.410 (Día de aclimatización con caminata a pueblo Chukung a 4.730 m.s.n.m.)
• Lobuche – 4.910 m.s.n.m.
• Gorakshep – 5.140 m.s.n.m. (Día extra para subir al Kala Patthar)
• Everest Base Camp – 5.364 m.s.n.m.
• Kala Patthar – 5.550 m.s.n.m.
Monte Everest desde el cerro Kala Pattar. El sol ilumina la cumbre.
“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. – Cesare Pavese